
"A una distancia de diez días se encuentra una montaña de sal, una fuente de agua y una tierra desértica y deshabitada. A su vera se alza el Atlas,la montaña en forma de cono, tan alta que dicen que nunca se ve la cima por que, tanto en verano como en invierno, esta cubierta de nubes.Los nativos, que reciben el nombre de atlantes, llaman también a esta montaña el "Pilar del Cielo".
Dicen que este pueblo no se alimenta de ninguna criatura viviente y que no sueñan."
HERODOTO : "Los nueve libros de la historia".
Día.El día se ha levantado sin inventarse la sombra
que de la noche lo distingue.
La mañana por fin ha visto el fin de la oscura perdida,
por sorpresa al gris del granito el cielo ha mutado.
Tormenta.
Todo se transforma dentro de la diosa de la montaña
figura de huracanes donde reconocerse puede
explosión de imágenes, aristas del espejo purificador,
saetas de agua, tempestad descarnada.
Lluvia.
Llueve sin relámpagos, sin otro ruido,
sin otros olores que el de la tierra mojada.
Todo se retira para dejar paso al agua,
cristal después de fango,
poco a poco el aire respira.
Colores.
Nuestras pupilas reciben desarmadas
los colores del arco iris todos.
Sin palabras cerramos nuestras miradas,
y nuestros párpados ebrios de recogimiento,
una pausa nos marcan en nuestra pasión.
Aire.
Silba una leve y perfumada brisa,
se estremece la tierra y la piel.
Tiemblan las hojas y las aguas.
Se retuercen los alambres del cielo,
la claridad grita y se abre paso.
Montaña.
La lejana cima de la montaña,
cual dorado confín, se perfila.
Y en el último instante, justo antes de resbalar
por mi mejilla, tu mano y el sol
me acarician y secan
la lágrima que se derrama
por tu presencia tan lejana como certera.